En el país existen más de 8 mil 500 empresas fantasma, las cuales son utilizadas para el uso de facturas y comprobantes falsos. Se suma a este esquema de compra venta de facturas la simulación al contratar outsourcing. La evasión, en orden de importancia: ISR, IVA, IEPS y el gravamen de comercio exterior.
La ruta de las empresas fantasmas y la evasión fiscal, inicia con una inversión de cinco mil pesos, el registro de personas difuntas y personas morales con documentación falsa.
La Comisión de Hacienda, del Senado de la República, destaca que de acuerdo a la evasión global de impuestos 2017 y 2018, la tasa de evasión fiscal en México representó el 2.6% del PIB en el 2016, lo que significó que el gobierno no recaudó alrededor de 510 mil millones de pesos.
El documento señala que el Impuesto Sobre la Renta (ISR) fue el gravamen que presentó los mayores niveles de evasión fiscal, con un monto de 296 mil millones de pesos; en total, la tasa de evasión de ISR fue de 19.2 por ciento.
El Impuesto al Valor Agregado (IVA) es el otro gravamen que destaca, con una evasión de 188 mil millones de pesos. Los niveles más bajos de evasión los registró el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, con una cifra de 20 mil millones de pesos.
Finalmente se ubican los impuestos que se cobran por comercio exterior, con 5 mil millones de pesos. La tasa en comercio exterior, que se estudia por primera vez, fue de 10.9 por ciento.
Según la propia Cuenta Pública de la Auditoría Superior de la Federación, se determinó que este tipo de defraudación le costó al país el equivalente al 2.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) [483 mil 874 millones de pesos].
Dado que, el Gobierno federal recaudó dos billones 407 mil 716.7 millones de pesos, por la vía de los impuestos, el equivalente al 50.5 por ciento del total de los ingresos que obtuvo en ese año.
Se señala que las transacciones afectas a simulaciones rondan alrededor de 1.7 a 2.4 billones de pesos.
“Si se suma a este esquema de compra venta de facturas la simulación que comprende el contratar esquemas de outsourcing ilegal, que, de acuerdo con datos del propio SAT, la práctica ilegal asciende a 10 mil millones de pesos, cifra que no comprende la evasión por cuotas al Instituto Mexicano del Seguro Social y al Infonavit.
El boquete fiscal por el esquema de compra venta de facturas y outsourcing relacionado, asciende a 520 mil millones de pesos.
Ruta de evasión fiscal
La manera en que se comete la defraudación a través de la evasión fiscal empieza con la creación de empresas pequeñas, con un capital social de menos de 5 mil pesos, que posteriormente emiten facturas que amparan la venta de bienes y servicios de hasta millones de pesos.
La constitución de estas empresas en algunas ocasiones es legal al principio; en otras, desde el momento de la constitución de la empresa creada para la expedición de facturas ya se cometen delitos, en algunas ocasiones incluso se da de alta a contribuyentes que en realidad son personas difuntas, o en algunos casos se crean personas morales con documentación falsa. Posteriormente, una vez creadas las empresas, éstas emiten facturas por operaciones inexistentes.
El beneficio de las personas que compran factura es que además de aligerar la carga fiscal, reciben el efectivo de la transacción, restándole la comisión que cobra la empresa o persona física que vende la factura, por lo que la carga monetaria del comprador de la factura ronda entre el 4 y el 7 por ciento de la totalidad de la transacción.
Datos del órgano recaudador (SAT), muestran que desde la entrada en vigor del artículo 69-B del Código Fiscal de la Federación (CFF), el Sistema de Administración Tributaria ha publicado los datos de 8 mil 477 contribuyentes al corte del 10 de agosto pasado de 2018.
La recaudación derivada de las publicaciones de personas morales y físicas relacionadas a la facturación de operaciones inexistentes fue de 7 mil 100 millones de pesos en 2016, informó el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en la 15° Mesa de Combate a la Ilegalidad.