HistoriaMILENIO | Lidia Gabriela Gómez estaba apunto de terminar la licenciatura de Economía y Finanzas en la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Tomó un viaje que terminó su vida: el conductor del taxi que abordó no se detuvo y la orilló a tomar una drástica decisión.

Alexis Pérez, el novio de la joven, sostuvo la última conversación por mensajes con la joven. Ella lo iba a encontrar a la salida de su trabajo, cerca del Metro Bellas Artes. Subió a un taxi que tomó una ruta poco común.

Alexis dijo que el último mensaje de Lidia era sobre el precio del viaje, que era de 57 pesos, más del doble de lo que cobran normalmente, por lo que le preguntó si lo pagaría, pero ella ya no respondió.

Alexis recurrió a la aplicación para buscar dispositivos vinculados, pero vio que el teléfono aún estaba en el Metro Constitución de 1917. Esto le pareció más extraño, por lo que le pidió a su papá que fuera a buscarla. Cuando el señor llegó, le comunicó a su hijo que había muchas patrullas y ambulancias en el lugar.

Lidia luchó por su vida antes de fallecer, sacó la mitad de su cuerpo por la ventana y gritó por auxilio. El taxista no dejó que se bajara y ella se aventó del carro en movimiento.