UTE: ¿Otro 2006 en ruta?
El Imparcial / domingo 23 de mayo de 2021. Por Raúl Nathán Pérez/
1).- Los enfermos y violentos…
El movimiento político y social del 2006, cuya mecha encendió el Cártel 22, tuvo un móvil: la negativa del gobierno de Ulises Ruiz de ceder ante las presiones de dirigentes de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE). Fue el grupo radical que entonces mantenía con un pie en el cuello a aquel dirigente de triste memoria: Enrique Rueda Pacheco. Dirigido por Rogelio Vargas Garfias a) El Rojo y Zenén Bravo Castellanos, tiene a un adlátere violento: el Frente Popular Revolucionario (FPR), con Germán Mendoza Nube y Macario Otalo Padilla al frente. Al interior de la S-22 se les cataloga como “los enfermos”, en alusión a la obra de V. I. Lenin: “La enfermedad del infantilismo de izquierda en el comunismo”. Es decir, los locos, acelerados, radicales. Revolucionarios de pacotilla que medran del salario quincenal. Atrasados en el mundo de las ideas; rebasados en la interpretación de los movimientos sociales. Carcamanes provocadores.
2).- ¿Una nueva asonada?
En la cabeza febril de quienes controlan a la UTE revolotea la idea de convertir a Oaxaca en un polvorín, similar al 2006. Quieren aprovechar el relevo en la dirigencia seccional del magisterio oaxaqueño. Ya se les cuecen las habas por desatar la violencia y trastocar el proceso electoral 2021, además de enchufarse para el 2022. Son mercenarios por naturaleza. Hay ligas que los ubican trabajando para Morena. Les falló la primera intentona que orquestaron con los pseudo normalistas. También la que orquestaron en Chiapas con estudiantes de la Escuela Normal Rural “Mactumactzá”. Fracasaron en fijar posiciones en el Congreso de la CNTE. Y ésa fue su respuesta. Pero no contaban con que el gobernador Rutilio Escandón les reviró: 95 detenidos y consignados. Fue el pretexto para arremeter con violencia, de nueva cuenta, en contra del pueblo oaxaqueño. Vandalismo y destrucción.
3).- El factor FUCO/Wilbert.
Uno de los operadores ex officio de esta escalada es, justamente, el defenestrado y desconocido por las bases, Secretario de Prensa y Propaganda de la S-22, Wilbert Santiago Valdivieso. Éste es el enclave magisterial del Frente Único de Comunidades Oaxaqueñas (FUCO). Se trata del membrete, pro-Salomón Jara, que creó y maneja Antonino Morales Toledo, edil de San Blas Atempa, conocido como el Zar del Huachicol Istmeño. Uno de los ejes de financiamiento subrepticio. Para controlar la próxima dirigencia seccional –y lo que ello conlleva– han sacado del sarcófago a especímenes tan acartonados como “Praxis”, que encabeza el ex dirigente Luis Fernando Canseco Girón y “Chispa Clasista”, franquicia de otro ex dirigente: Ezequiel Rosales Carreño. Y no podían faltar las “sesudas estrategias” de Erangelio Mendoza González, conocido en sus tiempos de estudiante en la Normal Rural de Reyes Mantecón, como “El Burro”.
4).- La “Mini Amplia” y aliados.
La gerontomafia magisterial, encabezada por la UTE, ha convocado a verdaderos vividores de la falsa lucha social: la Unión de Artesanos y Comerciantes Oaxaqueños en Lucha (UACOL), que tripula Adán Mejía, a) El Panda y el eterno vividor de los favores y la dádiva gubernamental, Javier Aluz Mancera, dirigente de “Sol Rojo”. Y aunque no tengan vela en el entierro ahí van para sacar raja política y seguir viviendo como parásitos, a la sombra de estos revolucionarios de banqueta que abandonaron la docencia hace mucho, pero siguen mamando del estipendio gubernamental.
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