En tiempo electoral los normalistas secuestran camiones para hablar de las elecciones, de las Redes.

No cabe duda que atrás del movimiento de presuntos normalistas existen intereses perversos y de naturaleza distinta a la demanda de respuesta a sus peticiones.

Su actuar es irracional, arcaico y lastimoso para la sociedad, que sin tener que ver en el asunto es la que sufre las consecuencias.

Es incongruente lo que vienen haciendo en la ciudad en una supuesta lucha por mejores condiciones cuando ellos mismos violan la ley cuando quieren y como quieren.

Si bien, ya ha informado el IEEPO sobre la contratación de egresados de dos generaciones y el inicio del proceso para contratar a otra más, entre otros beneficios que nunca antes habían obtenido, a estos jóvenes nada les satisface.

Por ello, salta la duda sobre qué más hay detrás de estas protestas. Son tiempos electorales, tiempos de intereses mezquinos en que una campaña negra, utilizando supuestos normalistas, sirve para desprestigiar a Oaxaca cuando la realidad ha sido patente y las respuestas a los normalistas ha sido en todo momento oportuna.