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Son innumerables las acusaciones y señalamientos contra Pancho Martirios Neri, candigato de Morenza a la presidencia de la Ciudad Capital de Oajacalifornia, por muchas irregularidades recientes y como recordatorio importante de su muy destacado pasado oscuro, como aliado de Olises Ruin y otros desprestigiados actores políticos de ayer y hoy: Desde la irrelevante de poseer una credencial de elector «caduca» (las vencidas en 2020 siguen vigentes por el asunto de la pandemia), así como de ser un candigato impuesto, sin haber figurado y menos destacado en las encuestas, hasta de atizar confrontamientos innecesarios entre ciudadanos-carne de cañón manipulados y el gobierno estatal y, con ello, violentar la paz regular que ha imperado en la entidad y en la propia ciudad capital.
También señalan a Martirios Neri como IGNORANTE de pormenores y necesidades de la Ciudad Capital de Oajacalifornia, y la acusación no tiene desperdicio: Martirios Neri se forjó, en lo político, como corrupto administrador de la universidad pública, operador de las pésimas obras públicas, edificios y salones de clases que se caen a pedazos, hoy emblemas de un artificial pasado glorioso en constante deterioro y evidencias de su paso corrupto por la rectoría. Esa corrupta burbuja administrativa no le permitió ver más allá de las ventanas de su oficina con aire acondicionado, los problemas cotidianos de una ciudad que ha crecido sin medida y sin planeación, sin orden ni restricciones.
Martirios Neri no tiene ni idea de muchos otros problemas y asuntos relevantes de la Ciudad Capital de Oajacalifornia, en los que, en toda su vida, nunca ha pisado o asomado las narices: Los mercados públicos, la vialidad-movilidad, la salud pública, las obras a las que les urge mantenimiento o reconstrucción, como los puentes de los pasos pluviales, que se están hundiendo y ponen en peligro la integridad de hogares y ciudadanos colindantes, y de vehículos y ocupantes que circulan a diario por ellos, entre muchos otros.
Pancho Martirios Neri nunca ha mantenido contacto mínimo directo y constante con los ciudadanos, como diputado y mucho menos como rector. Empero, en vísperas de campañas y elecciones, comenzó a «solidarizarse» con asociaciones «ciudadanas» o, mejor dicho, con sus líderes que comercian con carne de cañón de ciudadanos marginados, para aparentar esa «preocupación» por los pobres y la solución de demandas redactadas desde mansiones y oficinas lujosas. Ha organizado y liderado marchas y exigencias que le sirvieron en principio como estrategia de mercado político, pero que abandonó por completo, era predecible, alcanzado el propósito de difundir y publicitar su falsa solidaridad con los marginados.
Pocos recuerdan aquellas fotografías que circularon en medios impresos, cuando un fraccionamiento de ricos se inundó en días de fuertes e incesantes lluvias. Olises Ruin (socio y cómplice de Muyladrón Jara) era el gobernador, y en las fotografías que circularon en medios, podía verse a Pancho Martirios Neri posando junto a él, como habitante de ese fraccionamiento de casas lujosas. Olises Ruin había atendido, con peculiar urgencia y disposición, la solicitud a la solución de las inundaciones de ese fraccionamiento de ricos. «Si fuéramos pobres, ni nos pela el gobernador», reprocharon a Olises Ruin por aquellos años.
Pancho Martirios Neri no es lo que aparenta. Está muy lejos de ser un candidato «cercano al Pueblo». Desde su paso corrupto por la rectoría de la universidad pública en decadencia, abonando a su deterioro, hasta su gris y chafa paso por el Congreso, lo único que ha mejorado es su situación económica personal. IGNORA por completo los pormenores de la ciudad que pretende gobernar. Y, como constructor, o como operador de obra pública, ahí tenemos el vivo ejemplo aún vigente pero en constante deterioro: Construcciones y reconstrucciones en la universidad pública, que se desploman piedra a piedra, como plastilina derretida por el calor… ¿Imaginan a Neri operando o administrando la construcción o mantenimiento de un puente, un paso a desnivel? Martirios Neri tampoco sabe ni cómo está la Central de Abastos ni las colonias pobres, nunca va, ni siquiera a tomarse la foto, como cuando se tomó la foto con Olises Ruin en agradecimiento a su actuar rápido para solucionar las inundaciones en el fraccionamiento de ricos (de moda entonces) en donde vivía.
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BenMorin