Y EL AZUL SE CONVIRTIÓ EN
NEGRO FÚNEBRE: DESCANSEN EN PAZ

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ARMANDO CHÁVEZ/ARMANDO NOTICIAS-agencia.

Y el azul se convirtió en negro fúnebre, el COVID19 con su manto de muerte, ya cubrió a dos elementos cuyos cuerpos serían cremados pronto.
Se han ido así, sin ceremonia, ni toque de silencio, ese que brota de los corneteros de la banda de guerra y que retumba cuándo las baquetas se estrellan contra el paño de los tambores, ese que anuda la garganta y tensa los rostros cuándo se escucha, siempre frente a los féretros de quiénes han muerto en cumplimiento del deber.
El tiempo apremia y el miedo de contagio cunde; el férreo y noble trabajo del policía ha sufrido sus dos primeras bajas, el COVID19 con su estela de muerte sigue ahí.
Esto ha calado en la tropa, temor, miedo existe y lo confiesan, saben que está ahí en el umbral como asesino silencioso.
Policías de viejo cuño, dicen, en este trabajo sabes que siempre estás al filo de la «navaja», estás con un pie en la cárcel y un pie en la tumba, pero está vez nos está matando el COVID19.
En casa, nuestras familias saben cuándo salimos, pero no saben si regresaremos.
Ahora también es diferente, hemos regresado a casa, pero con la muerte por dentro.
«No es tiempo de afrentas, honremos a nuestros compañeros y roguemos para que Dios, con su infinita misericordia los tenga con él».
«Desde nuestros corazones, digamos a sus familias que, ellos han emprendido el camino que un día habremos de andar, que murieron cómo gentes de bien.
La tormenta pasará y vendrá la calma, habremos de honrarlos como hombres de honor, ahora roguemos por su eterno descanso.